UN POEMA DE WISLAWA SZYMBORSKA





AGRADECIMIENTO


Debo mucho

a quienes no amo.


El alivio con que acepto

que son más queridos por otro.


La alegría de no ser yo

el lobo de sus ovejas.


Estoy en paz con ellos

y en libertad con ellos,

y eso el amor ni puede darlo

ni sabe tomarlo.


No los espero

en un ir y venir de la ventana a la puerta.

Paciente

casi como un reloj de sol

entiendo

lo que el amor no entiende;

perdono

lo que el amor jamás perdonaría.


Desde el encuentro hasta la carta

no pasa una eternidad,

sino simplemente unos días o semanas.


Los viajes con ellos siempre son un éxito,

los conciertos son escuchados,

las catedrales visitadas,

los paisajes nítidos.


Y cuando nos separan

lejanos países

son países

bien conocidos en los mapas.


Es gracias a ellos

que yo vivo en tres dimensiones,

en un espacio no-lírico y no-retórico,

con un horizonte real por lo móvil.


Ni siquiera imaginan

cuánto hay en sus manos vacías.


"No les debo nada",

diría el amor

sobre este tema abierto.

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