UN SUEÑO DONDE EL SILENCIO ES ORO
El perro del invierno dentellea mi sonrisa. Fue en el puente. Yo estaba
desnuda y llevaba un sombrero con flores y arrastraba mi cadáver también
desnudo y con un sombrero de hojas secas.
He tenido muchos amores -dije- pero el más hermoso fue mi amor por
los espejos.
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