Cántame la canción que nos libere.
Y cuéntame un cuento.
Uno, donde nadie se acomode,
donde el amor llegue lento,
detrás del respeto.
Pasos que acaricien la alegría
de alcanzarte.
Que suave, se apoderen de la risa,
de la melodía de ser libres y completos.
Tú, me contaste uno antiguo,
rancio y verde.
La condena que enloquece a Cenicienta.
¿Dónde están las perdices,
que no quiere la princesa?
Yo no quiero un príncipe encantado
quiero encantarme con el príncipe.
Me voy de este cuento...
Hay un tren a las diez.
.Y cuéntame un cuento.
Uno, donde nadie se acomode,
donde el amor llegue lento,
detrás del respeto.
Pasos que acaricien la alegría
de alcanzarte.
Que suave, se apoderen de la risa,
de la melodía de ser libres y completos.
Tú, me contaste uno antiguo,
rancio y verde.
La condena que enloquece a Cenicienta.
¿Dónde están las perdices,
que no quiere la princesa?
Yo no quiero un príncipe encantado
quiero encantarme con el príncipe.
Me voy de este cuento...
Hay un tren a las diez.
extraído de su blog Dad al aire mi voz...
3 comentarios:
Me toca mucho esta poeta, dónde estaba metida?
Qué pasada, verme en este blog como invitada, no me lo creo. Muchas gracias.
Me encanta esa comunidad de pandoras poetas en un blog. Y espero que al final del cuento el personaje principal, sea la noche que se rompe con gritos.
Chinasklauzz
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