El muerto, un poema de Sara Rosenberg

EL MUERTO

La tarde no tiene flanco protegido
ni palabra que no se me desmorone.
En ese hueco se instala la tormenta
Llega el agua y lame, inunda y pasa.
Vendarás el cadáver con toda la dulzura
que te queda y si te falta, usarás la suya.
Desearás no dolerte, ni dañar la piel
que mansa recubre todavía la forma.
Hoy vas a ser sabia. Mirarás al muerto.
Cantarás su paso de sombra amanecida.
Presentirás cerca la tuya al mismo tiempo.
Compartirás arena que no descansa nunca.
Y sin llorar tendrás hocico más que boca.
Respirarás hondo, después que haya pasado.
Desde entonces, sólo en tu memoria, sola
lo elegirás cada vez que quieras estar cerca.
El aire se volverá palabra y también canto.

SARA ROSENBERG

Bukowski Club. Jam session de poesía 06-08. Ediciones Escalera, Madrid, 2008.


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