sentido contrario
el sonido agudo de un cuarteto de siglo
en sol menor
tarareando las estrofas del pasado
y todas las arrugas de la vida
construyendo sus tristes poemas
desde el bolsillo más oculto
de unos viejos jeans desgastados.
el destino silencioso se enciende un cigarrillo
de la forma más canalla posible
y en la televisión,
esta noche,
alguien hablaba de amor y laberintos.
lo vi con tus propios ojos.
tengo las raíces de mi historia tatuadas en los puños
y un par de cicatrices de sobra
que me impiden olvidan
que las guerras más crueles
empiezan delante del espejo.
comprendí demasiado pronto que estrellarse contra el asfalto
es la forma más bohemia de hablar de caminos y pisadas.
que de costumbre, y sin acostumbrarse, todo acaba reduciéndose
a lanzar una moneda al aire y esperar que salga cruz,
porque dar la cara, colega,
es algo de lo que todavía no soy capaz de hablarte.
soy el alter de mi alter y si te pones a pensarlo,
si de veras lo piensas bien,
toda la vida que me dicen me queda por delante
es la misma que por detrás
de su blog: la vida monta en bici
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