UN POEMA DE AÚREA DELGADO






A LOS LADRONES DE IMÁGENES


Un ladrón cruzó la noche
para robar a la ciudad dormida
sus sentimientos e imágenes.
Le vi bajar al metro,
observando,
escuchando la respiración acompasada de los hombres.
le vi arrastrare en la mañana
aplaudiendo el despertar de la ciudad;
le sentí
rebuscando en las basuras
la belleza del dolor y el desengaño.
Me contaron que vagaba por los campos
intentando deshacerse
de su coraza de carne.

Entonces comprendí
la soledad del poeta.

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